El oasis
La vida está llena de coincidencias, es así como suceden las cosas más inexplicables. El niño no había comido nada hacía al menos una semana, el calor había borrado el sabor del agua de sus labios. Notnilc, fue la primera en verlo, estaba bajo el sol, rodeado de desierto. Cargó el niño al hombro hacía un oasis cercano. En el camino se cruzaron con Dlanod, un hombre que iba al mismo destino. Dlanod, caballerosamente, quitó el peso de los hombros de Notnilc. La noche los atrapó antes de llegar a su destino, el hambre del niño se hacía inaguantable, aún así, decidieron mantener el paso. El niño pasaba de espalda en espalda para aligerar el viaje y evitar el cansancio. Para que no muriera de hambre, ambos le dieron de lo que tenían con ellos para alimentarse. El tiempo que tardaron en llegar fue suficiente para crear algunos vínculos afectuosos. Cuando por fin llegaron, pudieron tomar agua. Sus fuerzas se restablecieron bastante, decidieron pasar la noche allí para recuperarse d...