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Mostrando las entradas de 2018

Saetas y rosas

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English Cuando la comida toca el suelo, no debes comerla, se llena de gérmenes. Así estoy yo, tirado en el suelo, con los gérmenes escalando mis bordes, subiendo a mi vientre.   No los siento, pero estoy seguro que están intentando entrar en mí, meterse por alguna herida mal cerrada para infectarme, espero no encuentren esa entrada. Ese corte que me hice en el dedo con las espinas de una rosa afilada que tenía para regalarte. Fue cuando desarmaba a aquella flor que me corté. Sin embargo, eso no explica como llegué al suelo, como llegué a estar aquí con los gérmenes, colocándoles las puertas de mis entrañas a su altura. Mientras le quitaba las espinas a la flor, toqué una de las espinas, la que me cortó el dedo, la que llegó profundo. Me detuve frente a la ventana. Tenía la mirada perdida, perdida como la bala que me impactó. No vino de ninguna parte, solo apareció allí para herirme como nada y tumbarme al piso. Así fue como llegué al suelo. Sostuve la flor en la mano, su tal

Amor breve / Short love

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English Sabía que le encantaba lo que yo escribía, porque ella era así como yo, breve. Por eso aquel éxtasis pasó tan rápido. Se fue sin despedirse, lo que hizo que aquel momento perdurara por siempre. Jamás la volví a ver. Luego de aquella noche, pienso que debí dedicarme a escribir novelas y no micro-cuentos. F. JaBieR

La primavera de las hojas secas / The spring of dry leaves

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English Encontré una hoja seca en medio del camino, pero no era otoño. La tomé entre mis manos, miré hacia los árboles y todos tenían sus hojas verdes, vivas, llenas de aliento. Sin embargo, la hoja en mis manos estaba seca en plena primavera. ¿Qué le habrá pasado? – Me pregunté. Pensé que el fuerte viento la había hecho caer y que el sol del día la había marchitado, pero no fue así. Lo sé porque aquella misma tarde de primavera me senté junto a los árboles del parque. Otra hoja, en voz baja, muy baja, tan baja como puede ser la voz de una hoja, me dijo: “no te sientas triste, esa hoja viene de los árboles del norte, viajó una larga distancia para llegar hasta aquí”. Estaba seca era cierto, pero ya había vivido su aventura, había muerto lejos de su inicio, más cerca de la vida, más allá de lo que muchas hojas pueden soñar en su otoño; que llega y las deja caer tristes a los pies del árbol desnudo. F. JaBieR

Otro autobús, otra Rosa Parks: Eventos del siglo XXI

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English "La unica cansada era yo, cansada de ceder"  Rosa Parks La estrategia La sociedad la había construido para oprimirla, para mantenerla en el último eslabón de la cadena alimenticia, para mantener su boca cerrada aun cuando podía hablar. Ella hablaba con todos, pero más con los de su clase, los negros. Abordaba el autobús temprano en la mañana. La mayoría de la gente que estaba en el autobús a la hora que ella iba pensaban que trabajaba como secretaria o cajera en algún lugar, pero ella no era empleada de nadie, ella era su propia jefa. Aunque su trabajo como abogada le dejaba jugosas ganancias, ella prefería tomar el autobús, compartir el viaje con otra gente destinada a sus lugares.   Así fue como conoció al caballero. Él era un hombre elegante, engabanado, con el nudo de la corbata bien ajustado y con la piel blanca como la nieve. Todas las mañanas saludaba al chofer y el chofer le respondía el saludo con entusiasmo, lo que hacía evidente que el

El cántico del caracol vacío

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English En el tiempo en que esta isla de hoy era otra, cuando ocurrió la mezcla del taíno y el negro, en un paralelo extraño que no se vivió nunca, había una negra llamada Mabú. La negra Mabú era la mayor de seis hermanas. Fue raptada de una playa africana y despertada bajo el recién estrenado sol de la isla caribeña, Borinquén. Era mil cuatrocientos y algo, un algo de más o un algo de menos. Mabú se escapó de su ama blanca y fue a parar en un pequeño poblado taíno, en una pequeña isla anexa a la isla grande. Mabú no entendía a los taínos, ni los taínos a ella, pero la acogieron como una más, como otra expatriada en las filas del exterminio. Eran esos tiempos del caribe oprimido, si es que alguna vez pasaron, si es que alguna vez eso quedó atrás. Y en la pequeña isla Mabú se hizo parte de la familia, la mayor de tres hermanas emparentadas por la fuerza, mezcladas como el agua y el aceite. Las taínas Guaninina y Maguax eran las hijas del cacique. Todos los taínos de la a

Recuerdos para días de lluvia / Memories for rainy days

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English Para esas personas, presentes o no, cuyos recuerdos me abrazan y me permiten ser más océano que orilla. Recuerdo #1: La desconsiderada Ya va una semana desde que empezó a llover sin dar tregua. Mi madre está sentada en una esquina de la casa, en un sillón de mecer, mirando por la ventana y proclamando: “¡Otro diluvio, ya Dios se jartó de nosotros!” Tal vez- digo para mis adentros, sabiendo que estoy harto de unos tantos y otros más. Recuerdo ayer cuando fui a la tienda por las medicinas de mi madre, una señora iba con su tropa de niños. Corrían por todas partes. Yo llevaba el pote de pastillas en la mano, leía el prospecto para saber cómo administrar los medicamentos a mi madre o para saber cuántas dosis debía auto medicarme los días de stress . La tropa de niños desorganizaba todo, gritaban, junto con los otros clientes que se comunicaban uno con otro entre el bullicio. La jefa de la tropa se volteó sin mirar, sin considerar a nadie, antepuso su necesida

Querido diario/Dear diary

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English Querido diario, es la primera vez que escribo desde que te compré. Tal vez te sientas menospreciado, olvidado, insatisfecho. Tal vez te cause fatiga cuando marque con letras tus páginas blancas. Me he esforzado mucho por escribirte estas palabras, pero mis días son todos iguales. Si te contara uno, sería como contártelos todos. Si mis días fueran diferentes, llenos de aventuras y sentimientos, tal vez días extraordinarios, entonces tampoco escribiría, porque no tendría tiempo de pensar en ti, solo tendría tiempo para vivir mis días. Querido diario, lamento no tener nada que contarte y lamento que no estaré para contarte el día que eso cambie. F.   JaBieR

La migración de algunos

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English Recuerdo aquella tarde en que liberé al canario que estaba en la jaula del balcón. Nadie en mi familia quiso hablarme por al menos una semana. Y todos se enojaron conmigo por hacer lo correcto, yo debería estar enojado con ellos por privarle de libertad a aquella hermosa ave. El canario cantaba, revoloteaba en su jaula cunado veía a otras aves posarse en el barandal del balcón. Todos en mi familia amaban las aves, aunque siempre fueron egoístas, ellos querían tener toda la belleza del ave enjaulada.   Yo recuerdo cuando el canario aún era un polluelo. Estaba encubado en una pequeña caja de cartón tapizada con papel del periódico de ayer. Allí creció alimentado con una jeringuilla, tomando agua de una tapa de galón de leche. Cuando ya aleteaba, le cortaron el vuelo. Luego de eso, vivió en la jaula. Lo más parecido a una rama que el canario había visto, era el pequeño columpio que colgaba de uno de los alambres de los que estaba hecha la jaula.   Recuerdo aquella tarde

Más abajo de la orilla

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“ Volvió a hacer así con la manita y el otro volvió a contestar. Entonces Melodía sintió un súbito entusiasmo y un amor indecible por el otro negrito. Y se fue a buscarlo”. José Luis Gonzales (En el fondo del caño hay un negrito) Y recuerdo a Melodía que se fue a buscar al otro negrito que se veía reflejado en el mar. Pobre Melodía. Pobre de mí que también me he querido lanzar a buscar en el mar mi reflejo. Esos viajes en barco sin ancla, de isla a isla, matan a uno, lo enloquecen. Yo he visto gente jugando con su reflejo en el fondo del caño. Ya adultos los he visto saltar en busca de su propio Melodía. He estado por retirarme de esto hace años, pero no hallo como dejar a esos que me heredaron al futuro.   Yo nací en Puerto Rico, inscrito en el hospital, con documentos y todos, de madre puertorriqueña y padre dominicano ¿o era al revés? Pero yo me metí a esto por ellos, por el recuerdo, por lástima con aquellas tortugas de mar volteadas sobre la arena, que aletean, p

Bienvenida tía Marcia

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English Todos salimos a buscar a tía Marcia, llevábamos años sin verla. Mis padres fueron los primeros en alegrarse por la noticia. Es que esa parte que tía Marcia se llevó de la familia nos hacía falta, aunque fuese por el tiempo de vacaciones. Y cuando la familia se quiere, como se quiere la nuestra, no falta quien se ofrezca para ir al aeropuerto. Llegamos allí antes que el avión. Y que sorpresa nos llevamos cuando vimos llegar a titi Marcia con sus hijos. Todos estábamos ilusionadísimos, nos los comimos a besos y abrazos. Que alegría fue verlos de nuevo. Cuando llegó el momento de volver a casa todos querían que se fueran con ellos. Tía Marcia tenía 7 carros disponibles para llegar a casa de los viejos. Yo me llevé a los nenes. Iban en la parte de atrás del carro jugando con mis hijos. Eso se rieron por el camino. Disfrutaron todo el viaje. Cerca de nuestro destino, pero aun con un tramo considerable por recorrer, como íbamos en caravana, nos estacionamos en un restaurant

Microcuentos de otros miedos / Micro stories of other fears

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English “Poderoso caballero”           El poderoso caballero se fue para esta misma fecha. La familia quedó abandonada. Y ese temible monstruo que es el hambre, comenzó a comérselos desde sus propias tripas. Noche obscura           Lo que conocemos por cielo no existe. Solo es un reflejo de la luz que acaricia la capa externa del planeta. Sin embargo, la noche, con su profunda e inmensa incertidumbre, es lo más cercano a la verdad. Maniquí           Estaba en la vitrina asechando. Ella no dejaba de mirar. Dio varias vueltas antes de tomar una decisión. Entró a la tienda. El maniquí se desnudó lentamente, como queriendo poseerla y así fue. Ella salió con un vestido idéntico al del maniquí. Ahora, con el dinero que no tenía, amedrentaba la vitrina de los zapatos. 4to error           A su cuarto error lo nombró Mateo y lo quiso mucho. Montaña asur           El miedo se la comió cuando él le mostró el anillo. Ella, aterrada, se adjudicó dislexia y dijo qu

Horror night

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English Cuando la noche se hizo obscura, la criatura salió. No tenía ojos, pero veía. No tenía pulmones, pero podías escucharla respirar. Yo estaba aferrado a la esquina de la cama. Sabía que la criatura esperaba mi sueño. Y su corazón era mi desvelo. Cada noche. Escuchaba los latidos zumbar bajo mi cama. A veces, cuando el sueño terminaba por vencerme, despertaba y la sábana estaba en el suelo, desgarrada. Cada día era más aterrador que el anterior. El miedo me carcomía. Sin poder hacer nada. Nadie me creía, nadie nunca me creyó lo que pasó aquella aterradora y esquizofrénica noche. La lluvia no cesaba. La luz de los rayos alumbraba mi habitación por segundos. Estaba todo obscuro, excepto por los escasos segundos.   Una vez más sentí los latidos bajo la cama. Los corazones latían a la par. El mío de miedo, el de él de ansias. Sentía que algo se agazapaba bajo mi cama. Se alistaba para atacar. Yo, lleno de miedo, me enroscaba en la esquina, lejos de la orilla de la cama. Poco a

El nacimiento de las olas / The birth of the waves

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English Antes, en otro tiempo antes del tiempo, ella conoció el mar. Yo estaba allí, la recuerdo, es imposible olvidarla. El mar no era otra cosa que un cuerpo de agua enorme extendiéndose al vacío. Toda la calma y ella, hermosa como la belleza misma, como las palabras suaves que se anudan en el hilo del viento, como la caricia profunda del eco del mar. Si, el mar era totalmente sereno. Hasta que ella lo tocó. Desde entonces, no ha encontrado la forma de detenerse. F. JaBieR

Pasteles de masa

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English Cuando se es del Caribe irse a vivir allá afuera no es cosa fácil. No sé, tal vez depende de la época. Cuando Toño se fue, era como arrancarse un pedazo del corazón, dejar la mitad del alma en un perchero para que tu vieja no se sintiera sola. Y las cosas que no dejas te las llevas arrastradas por la costumbre. Así fue como llegaron los pasteles de masa a Atlantic City, por conservar las costumbres de la isla del encanto. Era época de navidad, la nieve caía sobre el techo de la casa, y Toño…. él había sacado un racimo de guineos de quien sabe dónde.   Peló el racimo entero, la mancha de la cascara le recordó su casa, a su vieja, a las manos que lo empujaron a crecer. Con la masa de los pasteles lista, el hacer se hizo llevadero. Dos docenas de pasteles recién amarrados estuvieron listas antes del atardecer. Yo había llegado a Atlantic City esa misma semana, lo recuerdo, no me templaba con el frío, de los huesos se me había escapado el calor de mi islita. Hasta que lle

Microcuentos del margen, primer lado / Microstories of the margin, first side

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English Adopción           Las familias siempre se iban con un niño.   Sin embargo, mientras los demás niños se iban, él solo crecía. Solo           Todos eran iguales y a la larga se entendían. Kamikaze           Algunas veces, en los peores casos, luego del paso de terribles acontecimientos, a las personas les explota su guerra. Cuando le revientan las carnes se llevan consigo aquellos a quienes quiere, aquellos que tal vez en alguna época, fueron sus amados enemigos. Perfil de Facebook           Lo siento, pero hay gente tan tonta…. (respiro, profundo). Psicología ambigua           -Doctor, me queda claro que el problema soy yo y sospecho que la solución también. El margen reverso           -Escribe entre las dos líneas rojas de tu libreta, no te salgas de los márgenes. Siempre se me escapaban las letras de las líneas rojas, de los finales marcados. Un día me llevé un regaño de la maestra por pasarme de la línea roja al lado derecho de la

Los tres cerditos: una historia de terror / The Three Little Pigs: A Terror Story

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English Había una vez tres cerditos asustadizos.   Siempre se pasaban temerosos de que el lobo que los rondaba se los comiera. Por eso decidieron construir las típicas tres casas. Uno la hizo de paja, el segundo de madera y el tercero de ladrillos. Como era de esperarse, cuando el lobo sopló, las primeras dos casas se vinieron abajo y los cerditos tuvieron que refugiarse en la casa de ladrillo. El lobo se cansó de soplar, y sin poder derrumbar la casa, se alejó. Pero como todos sabemos, aquel que se aleja, no está necesariamente ausente. El lobo era muy listo y sabía que el destino de los cerdos estaba sellado, no por ser tontos, sino por ser cerdos. Sabiendo esto el lobo se mantuvo rondando la casa de ladrillo, y agazapado en la espesura del bosque, aguardaba que los cerditos tuvieran que salir. Al poco tiempo el momento esperado llegó. Fue una tarde de luna llena. Los cerditos necesitaban que comer y buscaron algunos alimentos en los alrededores, cerca de la casa, sin alejars

La curiosidad mató al gato / Curiosity killed the cat

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English El haber nacido sin brazos no fue un límite para él. José Gabriel era digno de admirar, todos lo admiraban, como si él necesitara ser admirado más que otros. Su condición era congénita. De pequeño no causaba admiración, solo pena. La lástima se amontonaba en cúmulos grandes de buenos deseos y palabras de aliento. Pero José Gabriel respiraba por sí solo. A los 5 años había aprendido a escribir sujetando el lápiz con los pies. No lo pude creer la primera vez que lo vi, no solo escribía, dibujaba, se cepillaba los dientes, se peinaba, sus pies eran más útiles que el conjunto de mis extremidades. Por suerte para mí, José Gabriel también tenía buen sentido del humor. Aunque él dice que el sentido del humor suele acompañar a los desfavorecidos por la vida, según él, es un sistema de auto preservación que le ayuda a superarse en vez de lamentarse. Igual para todos los demás son sorprendentes las cosas que puede hacer con sus pies. Y la verdad es que no supe de su existencia

Dicen las malas lenguas.... y la mía que no es muy buena

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Candelaria subió la cuesta con el bochinche en la lengua. La boca le salivaba a chisme con tabaco recién masticao’. Llegó a casa gritando el nombre de comay Carmen. Yo apenas era una niña cuando llegó el chisme caliente al hogar: Tatita, la hija de Carmen, estaba saliendo con Julio el hijo del compay Perfeto. Esa noticia se regó por el barrió como la pólvora, corrió como un whasapp viral, cuando ni siquiera existían. Candelaria era el facebook del pueblo, esa lengua tenía más gigas de velocidad que la red del ejército. Una vez le llegaba el chisme esmandaba cuesta arriba para llevar notificación casa por casa. Entre el ir y venir de las lenguas mal hablás, Julio y Tatita se grajeaban bajo el puente. Yo los vi algunas veces cuando bajaba con el cubo a buscar agua, pero nunca dije na’de na’, ni siquiera de los planes que tenían de fugarse. Tatita era mi hermana, y cada vez que me la encontraba me daba un dulce, ahora sé que era pa’ comprar mi silencio, pero en aquellos tiempos ni