El rey de los tontos
Por decreto real toda persona que fracasara la prueba iba a ser decapitada, nadie podía recibir ayuda y eso sin excepciones, así lo afirmó el rey Tribucio ante todas sus naciones enemigas. Era menester demostrar que el reino era digno de la más prestigiosa y opulenta veneración, no solo su rey era un genio, sino que todos sus súbditos eran personas inteligentes y dignas de ser conquistadores de todos los terrenos enemigos. Todos los reinos acordaron que cada habitante bajo su dominio tomaría una prueba para demostrar que pueblo era el que merecía el dominio total. Fue así como los sirvientes reales llegaron hasta los lugares más remotos de los reinos para hacer peguntas. Tardaron al menos seis meses en contabilizar la sapiencia de cada reino. Cuando el rey Tribucio recibió noticas acerca de los resultados, quedó maravillado. En definitiva, su reino era el poseedor de los súbditos más prestos para la gobernanza. Mientras los demás reinos se esforzaban para d...