El rey de los tontos




Por decreto real toda persona que fracasara la prueba iba a ser decapitada, nadie podía recibir ayuda y eso sin excepciones, así lo afirmó el rey Tribucio ante todas sus naciones enemigas. Era menester demostrar que el reino era digno de la más prestigiosa y opulenta veneración, no solo su rey era un genio, sino que todos sus súbditos eran personas inteligentes y dignas de ser conquistadores de todos los terrenos enemigos.  Todos los reinos acordaron que cada habitante bajo su dominio tomaría una prueba para demostrar que pueblo era el que merecía el dominio total.  Fue así como los sirvientes reales llegaron hasta los lugares más remotos de los reinos para hacer peguntas.  Tardaron al menos seis meses en contabilizar la sapiencia de cada reino. Cuando el rey Tribucio recibió noticas acerca de los resultados, quedó maravillado. En definitiva, su reino era el poseedor de los súbditos más prestos para la gobernanza. Mientras los demás reinos se esforzaban para demostrar la superioridad intelectual de sus súbditos el rey Tribucio comenzó a vanagloriarse y a engrandecer su ego.  La seguridad de que iba a ganar e iba a poder conquistar todos los territorios enemigos le hacía enfebrecer el corazón. Reunió a todos los reyes en una gigantesca fiesta que preparó, cada reino expuso sus resultados y evidentemente, el reino de Tribucio superaba por mucho a todos los demás. Los reyes quedaron devastados ante su derrota, tanto así que decidieron aceptar su rendición inmediata. Tribucio se había convertido en el rey de casi todo el continente, solo le faltaba la rendición del rey Marna quien puso uno objeción a su rendición. Él entregaría su reino si el rey Tribucio contestaba las mismas preguntas que le hizo a sus súbditos. Tribucio accedió sin la menor pizca de miedo en su mirada.  Le entregaron un escrito con diez preguntas de diversos temas. Él, sin preocuparse, dijo a uno de sus súbditos que le leyera lo que se le cuestionaba. Fue entonces cuando el rey Marna levantó su voz y dijo: “es cierto lo que todos dicen Tribucio, no sabe leer”.  Llegada la hora final de la fiesta el rey Tribucio fue decapitado mientras el rey Marna declamaba la pregunta y la respuesta que dieron paso a su victoria: “¿Quién crees que es la persona más tonta del reino? El rey Tribucio, que no sabe leer”.

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