Aterrizaje forzoso
Luego de identificar el cuerpo de mi padre volví al aeropuerto. No sé si lo cremaron, lo enterraron o le pegaron fuego a la barca en que lo enviaron al mar. Tenía urgencias mayores, era el cumpleaños número 20 de mi hijo. Para mí él es más importante. Mi conciencia está tranquila, nunca he confesado nada. Mi padre siempre me decía que si le decía a alguien me mataba a mí y luego se mataba él. Cuando estaba ebrio, y se ponía asquerosamente cariñoso, me decía que si algún día pasaba algo horrible a quien único debía decirle era a él. Yo era su niña amada y él siempre estaría para protegerme. Me parece que hice lo correcto, ya no tengo a quien contarle .