Diente rojo

                                                      

La sangre se mezcla con el sucio en la línea de la acera. No hay casquillos de bala o herida de arma blanca. Tampoco marcas de golpe.  La policía reportó el incidente a plena luz del día. El sol mantiene tibio el cadáver. No hay testigos. Aparentemente el occiso mantiene todas sus pertenencias. Su camisa abierta deja al descubierto la X y las tres líneas verticales rasgadas en el pecho de la víctima. Esas heridas fueron pos mortem. La evidencia indica, que el perpetrador ganó la confianza de su víctima.  El reporte de la autopsia mostró que al difunto se le extrajo un diente, las encías permanecen sangrientas e inflamadas. La prensa ha vinculado el crimen con un asesino serial conocido como el dentista de la Baldorioty. A través de este comunicado se exhorta a todos tomar muchas precauciones, aún se desconoce como el atacante escoge sus víctimas.  La poca evidencia que se ha podido recopilar, señala que el asesino siempre le cuenta a su futura  víctima como murió la anterior, pero ellos no se dan cuenta.

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