Cartógrafo
Como si el agua no fuese suficiente limitación, casi estaba prohibido ser tú mismo. Tenías que esconderte, caminar en la inmediatez de lo que se esfuma para que nadie supiera nada. Así que, como un Superman sin capa, tenía que ganarse la vida siendo Clark Kent. Trabajaba diseñando mapas, le gustaba todo lo que involucraba la cartografía, aunque a veces se despistaba. Su mente se alejaba de aquel lugar y comenzaba a cartografiar el pecho de aquellos corazones que le parecían inalcanzables, trazaba algunas líneas por las montañas que recubrían la costa posterior y centraba muchos esfuerzos en delinear bien esas penínsulas que se erguían hasta los túneles que jamás tocaban. Era una carga difícil, la extraordinaria Cuba que para el resto del mundo estaba a la altura de los años ochenta, era un pedazo de tierra difícil de circunscribir a un mapa. Tal vez eso era lo más que le dolía, que cada mapa que hacía no contenía ni la mitad de la esencia de los lugares, fue para ese tie...