La terquedad es una mierda




Llevaban quien sabe cuántos años de casados, pero estaban en una de esas épocas en las que nada pesa más que un matrimonio mal llevado. Y llegaron a la casa discutiendo como se les había vuelto costumbre. Nosotros, que éramos apenas unos niños, escuchábamos las peleas que se formaban al regresar a casa cada vez.  Mamá nos bajaba del carro de mala gana. Mejor era no decir nada, porque la pelea era con papi y terminábamos nosotros pagando los platos rotos, que, si habíamos salido brutos como nuestro pai’, a mí en particular me molestaba cuando me decía: “saliste terco como tu pai”. Pero las terquedades se midieron aquella noche en que llegamos y frente a la casa, ambos pisaron una mierda.  Así con todas sus letras, a ambos se le llenaron los pies de aquel terrible menjunje mal oliente.  Mi padre declaró en voz alta: “¡ahg! Sea la madre el perro que se vino a cagar pa’ acá”. “Eso es de gallina”- replicó mi madre. Si lo piensan bien, son dos mierdas totalmente diferentes, pero así fue como empezó el pico a pico de aquella noche.  Un debate furtivo, de argumentos infundados, respuestas disparatadas y pruebas exóticas de olor y textura. Terminaron de limpiar los zapatos y continuaban con el asunto. Se volvió una de esas discusiones en lo que importaba no era el suceso, sino tener la razón. En realidad, no peleaban por definir que era la mierda, peleaban por demostrar poder, por imponerse frente a frente, por determinar quién sería el alfa de una manada que se iba desintegrando poco a poco.  Lucharon tanto, tantas veces que se estaban quedando sin nada por que luchar. Y no fui el único en darme cuenta porque mi hermano mayor, interrumpió aquella garata y con la voz más pacifica que alguna vez he escuchado les dijo: “divórciense y déjenos vivir”. De discutir por cualquier mierda al divorcio, no hay tantos pasos. ¿De quién habré heredado yo la terquedad?
F. JaBieR

Comentarios

  1. Bueno ya recordé epidodios, y así las cosas😁😘

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    1. ¡¡Oh!!! Recuerdos.... tal vez debamos escribir otro cuento con tus anécdotas.

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