Trombolandia




Es al lugar al que voy cuando no sé qué escribir, cuando lo que hago es sentarme y sentir mis nalgas magulladas en el asiento. Antes de rendirme, poso mis manos sobre las teclas, deseando que alguna idea venga y mis dedos comiencen a moverse. MMMMM… nada. No es fácil enfrentarse a una página vacía. Cuando creo que la lucha está perdida, me digo, estoy en Trombolandia. Es un llano enorme, bucólico, brillante, esplendoroso, lleno del trinar de las aves, donde no hay nada más que eso. Es un lugar tranquilo, una zona de confort. Al final del llano, las montañas. Una majestuosa cordillera, muy ancha para rodearla y muy alta para escalarla. No obstante, he estado del otro lado de las montañas.  Debo decir que es mi lado preferido, es totalmente distinto al primer lado, no es lo contrario, pero es diferente. Son las mismas aves con otros cantos, con otros colores en sus melodías, con letras recostadas sobre sus plumas. Del otro lado de las montañas hay mucho más que paz, hay caos, hay desorden, tristezas, alegrías, soles que se escapan para salir de noche, gusanos durmiendo en sus manzanas sin saber que estas serán mordidas, pintores cortándose las orejas para pintarlas, un mundo que se cae y se reconstruye para que puedas convertirlo en arte. Hay tanto del otro lado. Reniego mil veces cuando no puedo encontrar el túnel que me lleva bajo tierra y me escupe del otro lado. Hoy es uno de esos días, pero ya ven, no me di por vencido. No encontré el túnel, pero les escribo desde aquí, porque a veces el bucólico prado verde y el trinar de las aves, solo están en mi cabeza.
F. JaBieR

Comentarios

  1. Gracias por estás líneas que echan a andar la imaginación, una pequeña puerta se abre y ahí estás tú, un pequeño escape a esta tarea de todos los días.

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    1. Me has hecho la tarde con tu comentario. Muy agradecido por esas palabras. Espero tener la oportunidad de brindarte más de estos escapes llenos de imaginación. ¡GRACIAS!

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  2. Muy lindo, sentada aquí en la sala de mi casa, cerré los ojos y me transporte a ese magnífico lugar, aunque sea por un rato, magnífico. Hasta pronto.

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    1. Me hace feliz leer tu comentario, gracias por aompañarme a Trombolandia. Hasta pronto.

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