Micro-cuento









   

¿Alguna vez te has enamorado de alguien mayor que tú?  ¿Cuán mayor?  ¿Lo suficiente  como para ser la madre de tu mejor amigo o como para ser tu madre?  Eso es lo que me sucede.  Cada vez que termina la tarde me doy cuenta que llevo el día  intentando justificarme.  No me explico cómo me gusta ella y no las de mi edad. Y lo peor es que sea ella, justamente ella.  No puedo dejar de pensar en ella. Hoy tengo que ir a casa de mi amigo Carlos y si él no está,  su madre puede abrir la puerta e invitarme a entrar a dentro otra vez.

 

 

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