Salmo 23 y ¾ / Psalm 23 3/4





Ese señor es mi pastor y a él nada le faltará.
Entre los verdes “Washingtones” podrá descansar,
pues mi sudor a su reposo conduce.
Restaura mi alma,
adormece mis sentidos de conciencia,
para ganar popularidad.
Cuando su valle está en sombra, nos vende la palabra gratuita de Dios,
se dice el elegido y se esconde en su mansión.
El pastor protege de los lobos, el diezmo de las ovejas.
Su vara y su cayado han fundido varios herederos.
Ha pasado en la mesa, en la cama, en el suelo,
ungidas con perfume,
con la copa rebosando y demonios exorcizando.
Ciertamente, se sabe todos los trucos, mañas y astucias,
Muchos lo seguirán disque a la casa del Señor,
pero ese mi pastor, viaja en jet privado a donde quiere aterrizar.
Amén.

F. JaBieR


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