El último pétalo de la margarita






Deshojando  una margarita me doy cuenta de que no entiendo nada. Decías que te gustaba demasiado mi sonrisa. Te gustaba cuando reíamos  en el día,  cuando gastábamos las noches deshaciendo peinados  con besos.  Disfrutabas esos momentos dulces que pasamos juntos. Adorabas esas locuras que hacíamos con la incertidumbre de un mañana, los bailes interminables de media noche, las huellas de pies descalzos que dibujamos en la arena. Miles de fotos son testigos de las tertulias alegres con las que despertábamos al sol.  Pero cuando yo no estaba, no pensabas en mí, aunque era el compañero perfecto. Así que una cosa andaba mal, no te enamoraste de mí como yo de ti, tu más bien te enamoraste de quien eras tú cuando estabas conmigo. Eso fue estar pisando una bomba con la punta del pie, eso fue abortar caricias que no habían nacido, eso fue desperdiciar un amor... Lo peor de todo es que tu creías estar enamorada y yo quería creer lo que tu creías, pero no era así, estabas enamorada de quien eras a mi lado; tardaste poco en darte cuenta, te alejaste. Ahora, cortando el ultimo pétalo de la margarita entiendo, que te gustaba tanto mi sonrisa que te la llevaste al momento de marcharte.

Comentarios

  1. Triste y real, mucho... A veces pasa nos sentimos a gusto donde nos hacen sentir bien y no nos planteamos siquiera si es amor.... Me gusta Felix. un abrazo.

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    1. Gracias por tu comentario y debo decir que tienes razón. Que estés bien :)

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  2. Hermoso, así es esto del amor, me encanto, Felix.
    Enhorabuena.

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  3. Respuestas
    1. Gracias a ti por tu comentario y por haber gastado un poco de tu tiempo en leer.

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