Más allá de la muerte
No puedo detener el tiempo, quiero que sea eterno este momento. Si por mi fuese suspendería este justo momento en el tiempo, pero no es posible. Espero poder
cumplirte esa promesa que te hice jurándote amor eterno. El viaje solo comienza. El tiempo es como el viento, nadie lo ha visto. El
tiempo se resbala como el
viento entre las hojas de los árboles que luchan por detenerlo en un suspiro de vida. No hay vuelta atrás cuando la colorida flor se
marchita, cuando el agua dulce enamora al mar. Mi amor no hay forma de evitar
el cambio, no hay manera de hacer lo imposible porque el tiempo es como el
viento, irreversible. Muchos amores
ruedan por las escaleras sin esperanzas de volver a subir. Es inevitable
mi vida, ya que un día todos vamos a morir. Estoy consiente de que algún día una dama de blanco me dará un beso eterno que desojará la luna en un sueño sin final. Las hojas
cazadoras de viento por falta de vida caerán al suelo, la flor marchita no tendrá esperanza de ir a adornar algún lugar. Sin
embargo, aunque la vida se acabe, el amor confesado por los latidos de mi
corazón jamás morirá. No importa si ambos dejamos de existir. Yo te juré amor
eterno y te cumpliré, sé que te parecerá
extraño, casi imposible. El día que la postrera muerte esconda para mi el sol y me devuelva al viento recuerda esto que te digo: ahora soy solo viento, pero valió la pena, pues soy viento , pero viento enamorado.
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