Debo decir adiós
Desde aquel día, mis noches se disuelven en un frio vacío, no tienen sentido. Pasan los minutos por mi lado y al pasar traen con ellos la hora en la cual me enviabas mensajes. Miro con ansias el teléfono, aunque hace meses estoy acostumbrada a ver solamente los iconos de la pantalla suplicando de rodillas por una notificación sin leer. A veces me pregunto si aún piensas en mí, si soy un buen recuerdo para adornar tu memoria. Yo sé que para mí tú si lo eres... Cada mañana al despertar, me levanto más confundida que el día anterior. Siento como mi día se va a arruinando lentamente, ya que eras tú quien me dibujaba un paraguas en los días lluviosos. Tú eras mi faro de luz a media tormenta, lo cual era suficiente para mí. Pero desde que decidiste darte por vencido, todo cambió. Las olas me alejaron de tu orilla, por eso hoy te extraño más que antes, pero también menos; creo que siempre lo supe, era raro extrañarte cuando estabas ...