Miro al vacío con muchas ganas de volar. No puedo dejar de pensar cuantas aves han surcado el cielo antes que yo, quiero ser como ellas, pero a mi modo. No se si mis alas sean lo suficientemente fuertes para soportar el vuelo, pero mi corazón se vuelve taquicardia solo por querer volar. Es posible que el talento de mi envergadura no sea el mejor. Pero a sabiendas de eso deseo volar, muy lejos, muy alto. Mis deseos cada día se expanden  más, no quiero pensar que será de mi si mantengo los pies en la tierra. Todas mis fuerzas están dirigidas a favor de  las brisas del verano. Todo va bien hasta que te recuerdo, es entonces cuando me vuelvo una triste avecilla enjaulada en tus sueños. 



                                         

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